- ¿Quién los defiende?
- ¿Quién y quienes son responsables de su pérdida o de la amenaza de perderlos?
- ¿Qué decimos y qué hacemos los trabajadores y trabajadoras para mantener nuestros derechos laborales y sociales?
- ¿Qué responsabilidades exigimos a quienes han sido sujetos de la desregulación laboral, la individualización de las relaciones laborales, las discriminaciones salariales, profesionales y sociales que se encuentran constituidas en nuestros convenios colectivos?
Desde nuestra posición social y laboral, desde nuestra ética de entender el sindicalismo como la mejor herramienta organizativa de los rabajadores y trabajadoras para defender derechos, laborales y sociales y para crear un modelo de relaciones laborales donde la justicia social destierre las desigualdades, las discriminaciones, la insolidaridad, el individualismo feroz y competitivo que destruye las cooperaciones entra las personas asalariadas, creemos que responder con honestidad a las preguntas anteriores, desde las prácticas laborales que cada persona, que cada colectivo hemos tenido a lo largo de nuestra historia laboral, nos devuelve al mundo de la realidad y nos posibilita una mirada crítica con la historia del modelo de relaciones laborales "negociado e impuesto" en esta "gran Empresa" denominada Gas Natural Fenosa.
El sindicalismo en esta Empresa y en cualquier ámbito laboral o social en el cual actúa, más allá de la retórica fácial (defensa de los intereses de los trabajadores), tiene que ser el garante de la defensa de dichos intereses desde su ejercicio efectivo.
Y la realidad en nuestro grupo Gas Natural Fenosa, se ha caracterizado por un "colaboracionismo y concertación" con los patronos (empresarios), donde las condiciones laborales y sociales, en empleo, calidad de esos empleos, jornadas, clasificación profesional, movilidades funcionales y geográficas, sistemas de turnos, sistemas de retribución, condiciones colectivas, derechos sociales, pensiones, organización del trabajo, salud laboral y seguridad, han sido modificadas y organizadas desde el principio de unilateralidad del empresario, constituyendo una realidad, tal como ahora es, compleja, difícil y de casi imposible defensa jurídica-técnica.
Se han desregulado todas y cada una de las condiciones laborales. Se ha desregulado el cuerpo básico de los derechos laborales: salarios, pluses, complementos salariales, condiciones sustanciales de trabajo. Se ha compartido el principio o la lógica de la Empresa, de maximizar sus beneficios, a costa de abaratar el precio del trabajo y de destruir empleo nacesario directo, bien por la vía de la externalización, bien por la vía de aumentar las tareas a realizar por un solo trabajador.
Se ha dilapidado el principio de negociación colectiva, es decir, de las condiciones colectivas de trabajo, sustituyéndolo por el pacto masivo de condiciones individuales: pluses ad personam, dobles escalas salariales, derechos diferentes o carencia de los mismo en función de la fecha de entrada, etc.
Desde CGT creemos que el sindicalismo tiene que ser un referente ético en todo momento, no un mero referente retórico en época de elecciones sindicales. La realidad de las relaciones laborales no puede ni debe seguir siendo la que es en el Grupo Gas Natural Fenosa. Ahora toca decidir quienes nos representan. Quienes creen que el modelo "colaboracionista y de pacto" es un modelo no sólo fracasado sino ineficiente para la defensa de las condiciones de trabajo colectivas y de los intereses de los trabajadores, tienen, tenemos, la responsabilidad de elegir y optar por el sindicalismo ético, el cual es la única garantía de lucha por la conquista de derechos y por su mantenimiento y consolidación.
En tiempos convulsos, como estos, donde se están meando sobre nosotros y nosotras, que no te tomen más el pelo, la cartera, el corazón y la dignidad. No reproduzcas con tu elección aquellos de ..."se mean sobre nosotros y tenemos que decir que llueve".
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